Acné en Verano: ¿Por qué Sucede y Cómo Prevenirlo?
El calor, la ropa ligera y las actividades al aire libre definen al verano, pero también pueden traer consigo el acné, un enemigo que parece empeorar cuando las temperaturas suben. Si notas que durante estos meses tu piel se ve más afectada por los brotes, no te preocupes, ¡es completamente normal! Aquí te explicamos por qué ocurre y cómo puedes evitarlo.
¿Qué Hacer Para Combatir el Acné en Verano?
En esta temporada, el acné suele empeorar debido al aumento de la producción de grasa en la piel, el sudor y la obstrucción de los poros. Estos factores se agravan con el uso de cremas solares y productos hidratantes más pesados, que pueden atrapar el sudor y la suciedad. Pero no te preocupes, hay soluciones.
El Calor y el Sudor: Principales Culpables
El calor y la humedad del verano generan un aumento de la sudoración, lo que provoca que las glándulas sebáceas produzcan más grasa. Esta mezcla, junto con el sudor y la suciedad del ambiente, puede obstruir los poros y favorecer la aparición de granos y espinillas. Además, algunas cremas solares y lociones más gruesas pueden contribuir a la obstrucción de los poros, lo que empeora la situación.
Consejos para Mantener el Acné Bajo Control en Verano
Aunque las estanterías de las tiendas están llenas de productos para combatir el acné, no todos tienen el mismo efecto. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para que tu rutina de cuidado de la piel sea más efectiva durante el verano.
1. Opta por Limpiadores Espumosos
Durante el verano, los limpiadores espumosos son la mejor opción para eliminar el exceso de grasa y sudor de tu rostro. A diferencia de los limpiadores cremosos, los limpiadores espumosos ayudan a mantener la piel fresca, limpia y libre de impurezas.
2. Cambia a Cremas Más Ligeras
Aunque no queremos tener la piel seca en verano, las cremas más pesadas que usamos en invierno pueden empeorar el acné en esta temporada. Es recomendable usar cremas más ligeras y con base acuosa, que hidratan sin obstruir los poros.
3. Lávate la Cara Después de Sudar
Después de hacer ejercicio o pasar tiempo al aire libre, es fundamental lavar tu rostro para eliminar el sudor, la suciedad y los residuos que se acumulan en la piel. Lo ideal es hacerlo dos veces al día para mantener la piel limpia y evitar brotes.
4. No Toques ni Exprime los Granos
Aunque puede ser tentador, tocar o apretar los granos solo empeora la inflamación y aumenta el riesgo de dejar cicatrices. Mantén las manos alejadas de tu rostro para evitar la propagación de bacterias y reducir la aparición de nuevos brotes.
5. Elige Productos No Comedogénicos
Busca productos de cuidado de la piel que sean «no comedogénicos», es decir, que no obstruyan los poros. Estos productos están formulados para pieles propensas al acné y son más adecuados para el verano, cuando la piel está más propensa a la sudoración.
6. Protege Tu Piel del Sol con Precaución
Aunque la exposición al sol puede parecer útil para mejorar la apariencia de la piel, algunos tratamientos para el acné, como los retinoides, pueden volverse más irritantes bajo el sol. Siempre usa protector solar de amplio espectro con una base ligera, que no tape los poros y proteja tu piel adecuadamente.
¿Qué Hacer Si el Acné No Mejora?
Si, a pesar de seguir una rutina adecuada, el acné persiste o empeora, es posible que necesites un tratamiento más específico. Los productos de venta libre pueden ser eficaces en casos leves, pero en casos más severos, buscar el consejo de un dermatólogo puede ser la clave para tratar el problema de manera más efectiva.
El verano no tiene por qué ser una temporada de piel con brotes. Siguiendo estos sencillos consejos de cuidado, puedes reducir la aparición de acné y disfrutar de los días soleados con una piel más limpia y saludable.
