Elastografía hepática: una herramienta clave en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades del hígado
Elastografía hepática: una herramienta clave en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades del hígado
En la actualidad, las enfermedades hepáticas crónicas representan un desafío creciente para la salud pública mundial. Ante este panorama, contar con herramientas precisas, no invasivas y accesibles para evaluar la salud del hígado es más importante que nunca. Una de estas herramientas innovadoras es la elastografía hepática, técnica que se ha consolidado como una alternativa eficaz frente a métodos tradicionales como la biopsia.
La elastografía hepática cumple un rol central en el seguimiento continuo de los pacientes, permitiendo evaluar si los tratamientos están teniendo el efecto deseado o si es necesario un cambio en la estrategia terapéutica.
Dr. Jorge Huayanay Santos
¿Qué es la elastografía hepática?
La elastografía es una técnica de imagen que permite medir la rigidez del tejido hepático, lo cual es de gran valor para determinar el grado de fibrosis (cicatrización) que pueda tener el hígado. Esta rigidez se mide en kilo pascales (kPa) y se relaciona directamente con la progresión de enfermedades hepáticas como la hepatitis crónica, el hígado graso no alcohólico y otras patologías hepáticas.


La fibrosis hepática es un factor determinante para el pronóstico de las enfermedades del hígado. Detectar a tiempo un avance en esta fibrosis permite ajustar tratamientos, evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. A diferencia de la biopsia hepática —que es invasiva, dolorosa y conlleva ciertos riesgos— la elastografía hepática es no invasiva, segura, rápida y puede repetirse cuantas veces sea necesario para el seguimiento del paciente.
¿Cómo se realiza?
La técnica se lleva a cabo de forma ambulatoria, mediante un dispositivo que combina ultrasonido con una sonda especial que genera ondas de corte de vibración mecánica, y generar mapas de rigidez del hígado visualizables en el ecógrafo. Estas ondas permiten medir la velocidad de propagación en el tejido hepático, lo que se traduce en niveles de rigidez. Cuanto más rígido es el tejido, mayor es el grado de fibrosis, además evalúa el parénquima, tamaño de hígado y bazo, también evalúa vena porta, mide el diámetro y el flujo en doppler color y espectral.
Es una técnica más completa y moderna que el Fibroscan (elastografía de transición) que es una técnica de ecografía a ciegas.
¿A quiénes está dirigida?
Está especialmente indicada para pacientes con:
- Hepatitis B o C crónica.
- Enfermedad por hígado graso no alcohólico.
- Consumo crónico de alcohol.
- Antecedentes de cirrosis o sospecha de progresión de enfermedad hepática.
- Monitoreo postratamiento de enfermedades hepáticas.
- En síndrome metabólico (enfermedad hepatometabólica, ver grado de esteatosis y fibrosis).
Además de su valor diagnóstico, la elastografía hepática también cumple un rol central en el seguimiento continuo de los pacientes, permitiendo evaluar si los tratamientos están teniendo el efecto deseado o si es necesario un cambio en la estrategia terapéutica.
En Clínica Vesalio contamos con un ecógrafo moderno, modelo Esaote MyLab 8eXp, con programa QElaxto (técnica de 2D.SWE de Esaote (Génova-Italia), con sonda C 1-18, y mide 1kPa a 90 kPa. Además tiene un programa QAI (attenuation imagine), que permite evaluar el grado de esteatosis en Db/cm/MHZ.
Conclusiones
La elastografía hepática representa un avance significativo en el abordaje moderno de las enfermedades del hígado. En Clínica Vesalio, seguimos comprometidos con incorporar tecnología de punta para brindar a nuestros pacientes diagnósticos más certeros, menos invasivos y con mayor confort.
